Tras años de especulación, rumores, mentiras y contradicciones (casi todas por parte de los integrantes del mismo grupo), Blur ha publicado este año el que sería su octavo disco de estudio, el primero en 12 años bajo este nombre, y el primero en 16 que cuenta con la íntegra participación de los cuatro integrantes de la banda.
The Magic Whip, es así como se llama el álbum, cuenta con 12 canciones totalmente nuevas para los fans y que estarán presentando este año en una gira que pasará por nuestro país en el ya más que célebre Festival Internacional de Benicàssim, el día 18 de julio (ya disponibles entradas de día, para aquellos que estén interesados), pero antes de ponernos a analizar el disco, explicaremos el contexto del origen de este, para todos, inesperado lanzamiento.
Durante la gira de reunión que el grupo realizó en 2013, con motivo de su 21 aniversario y el lanzamiento de una boxset con toda su discografía, además del lanzamiento de un single doble cara A que incluía los temas The Puritan y la emotiva Under The Westway. Blur, debido a la cancelación de los conciertos que iban a realizar en la ciudad china de Hong Kong, decidieron volver al estudio a intentar, por enésima vez, dar forma a un nuevo disco.
La diferencia entre esta vez y las demás, es que el grupo, en lugar de llevar una idea clara y canciones compuestas previamente, simplemente se dedicaron a realizar jam sessions. La especulación sobre el disco empezó cuando la banda anunció que estas sesiones de grabación se estaban llevando a cabo, pero al poco tiempo el propio Damon Albarn comentó que no habría disco puesto que no lo habían acabado.
Fue entonces, revisando lo grabado, que el guitarrista de la banda, Graham Coxon, junto con el productor de Blur durante su época britpop, Stephen Street, vieron que podría salir algo de allí. Contactaron posteriormente con el vocalista y líder de la banda Damon Albarn, que justo andaba promocionando su primer trabajo en solitario, Everyday Robots, y que, a pesar de que era reacio a que Blur grabaran otro disco, vio que el material era bueno y que era una oportunidad que no podían dejar pasar, así que, Damon se fue una temporada de vuelta a Hong Kong para encontrar la inspiración para componer las letras de las canciones (ya que a nivel musical el disco está influenciado por la ciudad) y llamaron a los otros 2 integrantes de la banda, Alex James al bajo, y Dave Rowntree a la batería, y se pusieron manos a la obra.
Tras la grabación, el disco se mantuvo en secreto hasta el día en el que se celebraba el año nuevo chino, porque el destino (o quizás estaba todo calculado, jamás lo sabremos) quiso que el disco se grabara en China y que justo hiciese 12 años del último disco de Blur que, como todos sabemos, es la separación que hay entre ciclos de años del mismo animal en el calendario chino. Entonces, el 19 de febrero de 2015, Blur anunciaron que sacarían nuevo disco, dando su título, su portada, el primero de los singles, Go Out, canción que analizaremos con más detalle un poco más adelante y su fecha de lanzamiento: 27 de abril de 2015.
Según se acercaba la fecha de lanzamiento, salieron otras canciones a la luz, There Are Too Many Of Us y Lonesome Street.
El 20 de marzo el grupo realizó un pequeño concierto secreto, a unas 300 personas en Londres en la que tocaron la integridad del disco, además de Trouble at the message centre una canción que llevaban más de 20 años sin tocar en directo. Este concierto fue, además, retransmitido por YouTube a todo el mundo.
Ya a semanas del lanzamiento, el grupo hizo un par de apariciones en el famoso programa Later With Jools Holland en el que revelaron también (esta vez una versión en directo) las canciones Ong Ong, I Broadcast y My Terracota Heart.
Y el 27 de abril, en su fecha prevista, el disco salió.
Una vez puestos en situación, nos disponemos a analizar el disco:
The Magic Whip empieza con Lonesome Street, la canción que, probablemente, tenga un sonido más similar al que asociamos con la banda y nos recuerda al mejor Blur de los 90, melodías alegres, sonido muy britpop acompañado de los coros de Graham Coxon, sin duda un comienzo de disco que promete.
La siguiente canción, New World Towers, se aleja de este sonido para acercarse más a otro de los proyectos en solitario del cantante, siendo una canción que no nos sorprendería encontrar en un disco de Gorillaz más que en uno de Blur. Destacan su carencia de guitarras distorsionadas y la melancolía de todo el corte.
Después, empieza a sonar Go Out, el primer adelanto del disco, en el que ya encontramos las guitarras más sucias y distorsionadas, y estribillos pegadizos, que en un primer lugar puede dejarte indiferente, pero que gana con las escuchas repetidas. Esta canción podría situarse con facilidad en el quinto disco de la banda, su homónimo: Blur.
Tras esta gran canción, se produce una bajada en la intensidad que durará dos canciones: Ice Cream Man y Thought I Was A Spaceman, que como New World Towers, estarán fuertemente influenciadas por la carrera en solitario de Damon Albarn, siendo más melancólicas y con toques más electrónicos de lo que acostumbran. De la segunda cabe destacar el crecimiento en la intensidad que se produce a lo largo de la canción.
Es ahora que empieza a sonar el segundo reducto del britpop que encontraremos en este disco, I Broadcast, en la que volvemos a encontrar las guitarras distorsionadas que caracterizan el sonido del grupo y que podría ubicarse perfectamente en el tercer disco de la banda, Modern Life Is Rubbish.
El siguiente tema, My Terracota Heart, es quizás el más melancólico de entre todos los que nos presenta este The Magic Whip, en el que encontramos a un Damon Albarn en el que habla de su relación con el guitarrista Graham Coxon, a destacar un estribillo y una melodía que harán delicias a aquellos a los que le guste la música emotiva.
There are too many of us es la que empieza a sonar al terminar My Terracota Heart y sigue el sonido más melódico y más melancólico de la anterior en la que se destaca una percusión que recuerda una marcha militar. Fue otro de los adelantos que pudimos disfrutar antes de la salida de este álbum y junto con la anterior son de lo mejorcito que nos han podido ofrecer Blur.
La siguiente, Ghost Town, ya vuelve a tener un tono más alegre y volvemos a encontrar influencias del grupo alternativo de Damon Albarn, Gorillaz, quizás de las más influenciadas por la ciudad de Hong Kong, con toques electrónicos y un estribillo pegadizo.
Pyongyang es quizás la canción más oscura que podemos encontrar en The Magic Whip con guitarras distorsionada, una línea de bajo más cuidada y un Damon Albarn que nos sorprende con un registro de voz más bajo para crear toda la atmósfera que rodea a esta gran, gran canción.
Ong Ong, ya nos evoca a unos Blur más alegres, más simples, con una guitarra acústica sonando de fondo que nos recuerda mucho a sus discos iniciales, y con una letra simple, esta canción destaca por su simplicidad comparado con todas las canciones más complicadas que encontramos en este disco.
Y ya, para acabar, tenemos Mirrorball, que es un tema que nos recuerda a Miss America, canción de la banda que se encuentra en el disco que ya hemos nombrado, su Modern Life Is Rubbish, ya que tiene un toque simplista pero un sonido oscuro conseguido con las guitarras distorsionadas de Graham Coxon de fondo y la melancólica voz de Damon Albarn.
Para concluir ya este artículo dejaremos una impresión general del disco como unidad, es un disco sólido a pesar de tener muchos cambios de registro, fácil de escuchar, de duración media bastante adecuada que hará las delicias de aquellos que llevamos mucho tiempo detrás de este grupo y que no ha decepcionado a pesar de ser un disco de reunión, que puede ser un gran punto y final para la banda, que en 2003 lo había dejado con un Think Tank mediocre (comparado con el resto de discos que realizaron) y un final agridulce, o puede ser un gran punto desde el que volver a las andanzas.
Hagan lo que hagan, estamos deseando escuchar como funcionan estas canciones en directo este año, y estaremos pendientes a posibles noticias que nos den en el futuro.
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